jueves, 11 de diciembre de 2008

¡Fantasma!




Ya no te tengo miedo.
Ya puedo decir tu
nombre: Shrek,
Manfredo,
Ornitorrinco,
Nicko,
Corazón Coraza,
Nicolás, Clown, mi ogro favorito. El pedazo de vida que llegó y se marchó llevándose todo lo que servía, aún cuando a él no le sirviera para nada. ¿Qué dice usted, señor Nicolás Alfredo (te caga que te hable así), si le dijera, con MAYÚSCULAS DISONANTES, el odio que te tengo, la necesidad de verte llorar como te vi dos veces, como te quité el llanto con mi cuerpo, quitándome la ropa y haciéndote el amor para que pararan tus lágrimas, para que se detuviera tu dolor y al penetrarme lo dejaras en mí, pero que se fuera de una buena y puta vez de ti. ¿Cómo lo iba a conseguir, Nicolás Alfredo (jajaja) si el dolor no era sólo dolor, era un cáncer que te carcomía las entrañas, que te punzaba, que sólo desaparecía cuando le escupías al otro tus esporas envenenadas? ¿No te bastó con perder un hijo y no volverme a ver? ¿No quedaste satisfecho con irte y llamarme sólo cuando ya no era necesidad sino alarmante ansiedad el escuchar mi voz? ¿Por qué me sigues? ¿Para qué me sigues? ¿Para que cumpla la promesa -en tres años, Nicolás, en tres años- de decirte lo que, chingada madre, eres? ¿Crees que me emociona verte aparecer en mi Hi5, en SpaceLive, aquí, que seguramente sé que llegarás? ¿Realmente crees que disfruto con las lágrimas derramadas en cada intento fallido de olvidarte? No ya tu voz, Nicolás Alfredo (sólo un ja), no tus abrazos, tus caricias ni tus manos... Ni tus labios. Esos los olvidé juntó con un mameluco azul y un útero desgarrado. No olvidó que amé. Que quiero volver a amar. Que algún día, por alto que sea, volaré, y sin importarme los riesgos, amaré. Amaré hasta que me canse, hasta que me envicie, hasta que me desgarre, hasta que me muera.



Tú ya no existes. Hoy te despedí, fantasma ingrato. Hoy te digo adiós porque jamás había sido así tan clara. Porque hablé de todo lo que te amé, que no de todo lo que te odié (¿odio?).



NO. TODO EN PASADO. TÚ TE VAS EN ESTE INSTANTE. Te despido con un whisky y el último Marlboro de la noche.






¿GUSTAS?

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Des-encuentros





Ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada...
Alejandra Pizarnik



¿Siempre igual, Azul? Te mueves liviana para que nadie note la insoportable carga de no encontrar. Buscas a destiempo, alivias dolores ajenos, resuelves problemas existenciales y no tienes una fecha exacta que te diga cuándo, en verdad, CUÁNDO carajos llegará y se instalará. Has sido etiquetada, anhelada, soñada, cantada y reposada. ¿Tienes la certeza de ser amada?


---------Lo QUE es MÁS... ¿TIENE la CERTEZA de AMAR?---------


-No, su Señoría. Amó pocas veces, pero las suficientes para saber que un día se fueron y desvalijaron su esperanza, Señoría, miembros del Jurado, ellas no tienen por qué estar aquí. Búsquenlos e interróguelos para que sepan, que sepan bien cuánto y hasta dónde fueron capaces...


---------¿De CORRER... de HUIR... de MORIRSE sin MORIR?---------


-Nunca corrieron, Señoría. Mire sus pasos. Cuéntelos. Siempre han sido lentos, sin armonía. ¿Huir dice usted, Señoría? ¿A dónde? si el recuerdo es de lo único que nunca se han podido esconder. ¿Morirse? Sí. Tal vez en su momento, por muchas noches, cuando el dolor era tan pero tan profundo que en vez de lastimar adormeció el alma y entonces se despertó en Azul. No en Verónica.


----¿QUIÉN es AZUL, QUIÉN es VERÓNICA, por QUÉ no LAS dejas LIBRES?----


-Azul nació para proteger a Verónica. Tan lastimada, la pobre. Ya no creía en ella. Le habían robado todo: la esperanza, las lágrimas, el hijo que llevaba en su vientre y del que nunca ha querido hablar, Señoría. Y es que ya no alcanzaban medicamentos, porque lo suyo no era un mal común. Era un mal que la desgarraba, por partes, sin morfina, que quemaba y que dejaba cicatrices. Entonces, Señoría, Azul la cuidó como quien cuida una flor a punto de morir, pero con la ilusión de que renaciera en tierra nueva. Y Verónica en agradecimiento, cuando pudo por fin saber dónde estaba, por qué estaba y lo peor, que aún estaba, intentó devolverle el favor a Azul. Le permitió ser ella. Ser fuerte. Ser Azul. Ser.


---------COMPRENDERÁ entonces QUE estamos PERDIENDO el TIEMPO---------


-Sí Señoría. Desde un principio lo dije. No puedo ser juez y parte en un asunto así. Se han encontrado y se han vuelto a despedir. Y es que el amor no se les da muy bien, ¿sabe usted? Como que Azul y Verónica tienen cierto chip -o genética, vaya usted a saber- para alejar todo lo bueno. Como dice Calamaro -¿lo conoce, Señoría?- "Puedo presumir de poco, porque todo lo que toco se rompe". Así les pasa. Son amorosas, y ya Sabines las maldijo: Están solas, solas, solas...


--COMPRENDERÁ usted QUE por LO menos MERECEN una LLAMADA de ATENCIÓN--


-Pero Señor, ¿qué más llamada de atención quiere? Si no hay un momento del día en que, trabajando, haciendo su programa de radio, viendo Dr. House -que les fascina, Señoría- o leyendo a Bukowski, de pronto cubren sus ojos abiertos y piensan cuándo será la hora, qué día será el indicado, para decir, una vez más, Te amo. Señoría, creo que habría que ingresar una contrademanda. El amor apesta, lo han dicho mis clientes. Y sospecho que tienen razón. Yo misma, hablando en tercera persona, siento la necesidad -la necedad, Señoría- de abrazarlas y prometerles lo que, sin embargo, no puedo: Solicitan amor. No del que caduca, ¡por el amor de Dios! Bueno, el amor de Dios se supone que no caduca. Sólo intentan encontrar un vestigio, una señal directa, exacta, INDISPENSABLE, para entender que sí, que tal vez... Y sólo tal vez...


---Estoy DE ACUERDO con USTED: Tal VEZ y SÓLO tal VEZ les SEA concedido---



domingo, 30 de noviembre de 2008

Lo prometido es deuda:


Mi pastel de 31 años!!! Ya contaré la historia...

Y uno de los regalos fue...


No se asusten si uso algún cometa mágico,
si colecciono perros en la acera,
si dulcemente arranco el caos de mi entraña;
no se asusten: estoy sin tiempo para tumbas,
ardo y me corono con un naipe.
No se asusten por nada: simplemente recibo un heliotropo.

Adiós Adiós, locura de mis treinta años,
besado en julio bajo luna llena
al tiempo de la herida y la azucena.
Adiós, mi venda de taparme daños.
Adiós, mi excusa, mi desorden bello,
mi alarma tierna, mi ignorante fruta
estrella transitoria que se enluta,
esperanza de todo por mi cuello.

Adiós, muchacho de la cita corta;
adiós, pequeña ayuda de mi aorta,
tristísimo juguete violentado.
Adiós, verde placer, falso delito;
adiós, sin una queja, sin un grito.
Adiós, mi sueño nunca abandonado.

Carilda Oliver
Y un millón de gracias para ti, Alondra.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Treinta años tenía Martina...


Dentro de cuarenta y nueve minutos, dejo de cumplir treinta años. Apenas me entero que tengo casi la edad de Heidi, Garfield, la desaparición de tantos jóvenes en la plaza de Mayo, la muerte de Elvis, inicio de la música disco, el inicio de Star Wars... bueno, ya no le sigo porque entonces deja de ser mi celebración.


Tengo que estar despierta para las doce de la noche. Encenderé una vela que, sin pastel, tendrá todos los deseos que guardo para que los próximos 365 días mi vida sea una constante de suspiros, sorpresas bienaventuradas, caminos por descubrir y con la mochila muy, muy ligera por si hay que descansar en el viaje.


No sé qué me espera este día. Ni mañana, ni siquiera tengo ganas de averiguarlo. Me siento bien, con ánimo de continuar, y esta palabra que lleva desvelos, hematomas emocionales y algunos raspones del alma no se cansa de agradecerles, a todos los que me leen, silenciosos o no, el pasar por aquí y detenerse para darle color a los desvaríos de esta Albanta que hoy anochece con treinta años y amanecerá con treinta y uno, pero siempre, siempre, en Azul. ¡Cómo de que no!


He dicho. Las últimas palabras de una -casi- recién estrenada treintañera. Una edad perfecta para comenzar, recomenzar y continuar si se tiene toda la fe del universo para que sea él quien me ayude con lo que soy y con lo que espero ser.


Feliz cumpleaños, Verónica Pineda.


P.D.- Mañana les presumo mi pastel cumpleañero.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Despedida...


Hace más de cinco años mi casa estaba asolada, desolada y con un aire de abandono que no podría llamarse del todo hogar. Igual que mi corazón. O hipotálamo, según se vea. El papá de Selene se había marchado llevándose con él, además de los años juntos, los sueños inconclusos e incluso, un poquito de la vejez planeada. Tiré la sala. En donde debía haber un lugar cómodo, sólo existía un vacío de muebles y de alma. Entonces Luis Antonio, un gran amigo que me salvó de muchos domingos incómodos, me regaló una sala. Debo decir, mis dos apreciables lectores, que quizá sea este el motivo por el que tanto amo mi casa: porque cada lugar está lleno de regalos de la gente que me quiere. Un escritorio regalo de mis padres cuando cumplí 18 años, un pequeñísimo librero que me donó mi prima, el comedor regalo de un buen amigo, hasta la pared, que ayudó a vestirla de madera mi hermanito Cassandra.
Yo no sé cuánta historia traía ya El Sillón. Aquí lo recibí como si fuera nuevo y lo cuidé con todas las ganas de estar siempre a su lado. Fue en MI Sillón donde aprendí a quererme con el libro que me regaló Jugo de Melocotón, donde descubrí que una mano tenía el poder de quemar la mía y unos labios nuevos me hicieron sentir por vez primera y muy probablemente única, cuánto y hasta dónde era capaz de jugarme la vida con tal de amar y amar y amar. De seguir amando, a pesar de que él se fuera y El Sillón continuara junto a mí. Entonces, El Sillón me acompañó en las noches en que el llanto no era más agua salada, sino arena estéril que me laceraba sin un momento de piedad. Después El Sillón se convirtió en mi cómplice: sólo él y nadie más que él sabe cuántos secretos escondimos, cuántas reuniones gozamos, cuántas noches pasamos juntos... solos y acompañados.
Voy a cumplir treinta y un años el próximo jueves. Esta semana me avisaron que me regalaban una sala nueva. Una sala que no tiene pre-historia. Que no ha sido aprovechada, como la mía, antes y después de saberla aquí, en la que ya es su casa. Selene, Viridiana y yo nos sentimos un poco como tímidas: nos apena sentarnos en algo que no es, todavía, parte de la familia. Por eso lo recibimos arregladas, con la casa limpia y sin polvo, para que esta sala se sintiera a gusto en su lugar recién descubierto. ¿La sala pasada? Bueno, pues tuve que sacarla y esperar que se la lleven... Y que donde vaya, se lleve una historia para contarle a otros muebles: la de una familia extraña, compuesta por una mujer, una niña y una gata, que algunas veces se sienten desprotegidas y se acurrucan entre ellas para que no se cuele por ninguna parte de su alma el frío otoñal.
Sé que tenemos que dejar ir para que otras cosas vengan, nuevas o renovadas. Sé también, que este es un comienzo y que será genial recibir el próximo año nuevo, mi próximo año nuevo, vendrá lo que por derecho -y por izquierdo, me corresponden.
Feliz viaje, señor Sillón.

martes, 18 de noviembre de 2008

De...samor...es




Duerme tranquilo
Alfonsina Storni


Dijiste la palabra que enamora
a mis oídos. Ya olvidaste. Bueno.
Duerme tranquilo.
Debe estar sereno y hermoso
el rostro tuyo a toda hora.

Cuando encanta la boca seductora
debe ser fresca, su decir ameno;
para tu oficio de amador no es bueno
el rostro ardido del que mucho llora.

Te reclaman destinos más gloriosos
que el de llevar, entre los negros pozos
de las ojeras, la mirada en duelo.

¡Cubre de bellas víctimas el suelo!
Más daño al mundo hizo la espada fatua
de algún bárbaro rey y tiene estatua.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Así lo recuerdo...


Así lo recuerdo, te juro no miento
a golpe de estrofas, tus manos tu pelo
frontera a lo eterno, guardián de lo inmenso
no importa si niegas, yo sé lo que es cierto.
Alejandro Santiago

Al diamante blanco:
Por enseñarme lo que ya sabía desde hace tanto:
que todavía falta mucho por aprender...
¿Qué sucedería si un día, después de que piensas que hay muchas cosas que se perdieron y entre ellas la fe, encuentras que en una noche los planetas convergen entre ellos y te dicen que tal vez hay que seguir creyendo?

-Signo leo: Fuego, fuego, FuEgO, fUeGo, FUEGO…

DELICTIA CARNIS
SEXUSUNIVERSUSTOTALIS
Sabor a verde-verdad, sacrificada a muslos abiertos y sin daños a terceros, cobijo de labios, agiten entonces saliva-sudores-sustancias. Lenguas prestadas, abrió sus campos y sus flores fueron segregadas de agua bendita. Hizo lo propio y el roble, árbol erecto, vertió sus hojas y roció lo que ya estaba húmedo. Sin palabras para no estropear el silencio oportuno de gemidos. A cuatro manos, a dos bocas, a ojos cerrados,
a placer, PlAcEr, pLaCeR, PLACER…


“Por ti se escapa la sequedad de mi boca,
mi mirada de brújula perdida en tus rincones,
floto voluptuosa en tus profundas aguas
y me abro como flor nocturna a tu plácida noche.
Mi cuerpo, fiesta fértil y lasciva.”

Respiración entrecortada: el oxígeno te llega por los poros, te inunda, te adula, te ordena, te obedece. Que siga la danza y que bailen las pieles, que se quede en tu aroma y que se resuelva la noche como pueda. Astrológicamente, su espalda dice que lo vivas y lo sudes y lo respires y lo pruebes hasta no quedar duda que lo perfecto puede ser realidad, aún cuando la realidad no siempre sea perfecta.

Agua tibia. Dilatada. Lívida. Libido.

¿Qué prefieres: dar placer o recibirlo? Las dos cosas son posibles, exactas, puntuales, perfectas.

Tiemblas, te contraes, te agitas, te estremeces, te escurres y ya no eres corpórea: te transformaste en espasmo, convulsión, orgasmo.


Frotar-flotar.

El volcán entonces expulsa lava. Tu primera reacción fue alejarte, luego como un reflejo te acercas y el vino blanco sabe dulce, tomas y puede más la embriaguez y la lujuria (Lujuria: apetito desordenado de deseos carnales) que tus fobias.

Una puerta se cierra. Ya es tarde y hay que dormir. Te recuestas. Lamentas saber que un recuerdo es algo pasado, pero tienes todavía un sabor pintado en lienzo para el insomnio.

Otra puerta se abre. Aún es temprano y puedes pasar. Cuando quieras.

P.D.- Cuando ella apaga sus ojos, le gustas más. Los demás sentidos (Oído. Tacto. Olfato. Gusto) le demuestran que es cierto: Sólo los cuerpos que embonan son los que tienen la libertad de encontrar.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Desde MI libertad


Encuentras una persona y quieres entregarle todo. Te lastima ¿y quieres que te lo devuelva? Mejor cambia la página, tu página... Y en una nueva hoja en blanco, encontrarás que la vida nos libera, somos nosotros quienes nos encadenamos a lo que ya es un pasado.



Sentada en el andén,
mi cuerpo tiembla y puedo ver
que a lo lejos silva el viejo tren
como sombra del ayer.
No será fácil ser
de nuevo un solo corazón,
siempre había sido una mitad
sin saber mi identidad.

No llevaré ninguna imagen de aquí
me iré desnuda igual que nací,
debo empezar a ser yo misma y saber
que soy capaz y que ando por mi piel.

Siempre había sido una mitad
sin saber mi identidad
no llevaré ninguna imagen de aquí
me iré desnuda igual que nací

Debo empezar a ser yo misma y saber
que soy capaz y que ando por mi piel.

Desde mi libertad
soy fuerte porque soy volcán,
nunca me enseñaron a volar
pero el vuelo debo alzar...

viernes, 14 de noviembre de 2008

Invocando canciones, despidiendo pasados...



No seré yo quien te despierte cada mañana
como un chiquillo pegando gritos frente a tu casa
ya no estaré detrás de ti cuando te caigas
pero no creo sinceramente que te haga falta...

No seré yo quien guíe tus pasos cuando te pierdas
no seguiré quemando noches frente a tu puerta
ya no estaré para cargarte sobre mi espalda
pero no creo sinceramente que te haga falta


Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya
y sé que todo va a seguir como si nada
yo seguiré perdido entre aviones,
entre canciones y carreteras
en la distancia no seré mas tú parte incompleta

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya
y sé que todo va a seguir como si nada
Mientras escribo sobre la arena
"La frase tonta de la semana"
aunque no estés ahí para leerla...
En esa playa



No es que yo quiera convertirme en un recuerdo
pero no es fácil sobrevivir a base de sueños
No es que no quiera estar contigo en todo momento
pero esta vez no puedo darte lo que no tengo

La 5a Estación a veces tiene letras sabias, y cuando uno las hace suyas, quiero decir, para otro... Pues quedan como hechas desde el alma y hasta... donde estés.


miércoles, 12 de noviembre de 2008

Todas las tonalidades de Azul



Dicen que el azul, o demasiado azul, puede ser opresivo. A mí me parece que Azul es quien es y de opresión no tiene nada, salvo la del sujetador cuando utiliza una copa que le queda pequeña.


También argumentan que el color azul crea la ilusión de retroceder. El principal aspecto emocional de este color es que es frío. Algunos de sus tonos sugieren el hielo y el acero. Debido a sus propiedades de alejarse y sosegar, puede representar fácilmente al aire y al espacio. Pero yo digo en cambio, que Azul no retrocede ni para tomar vuelo, que Azul es cálida y maleable pero nunca manejable... Y sí, se aleja para mirar el paisaje en su plenitud en vez de enclaustrarse en el punto que pueda herirla.


Cuando Azul está frente al mar, es Azul marina...



Si Azul teme, se vuelve Azul pálida.



Mientras sus alas funcionan, Azul es celeste...




Al estar triste, Azul canta BLUEs.








Si la lastiman, entonces puede transformarse en Azul cobalto...






Cuando Azul es libre, se resuelve en Azul turquesa.






Y si amanece todos los días, bueno, pues entones es Azul Albanta.
Argumentan que el azul claro puede ser suave o frío. Se vuelve más misterioso al oscurecerse y evoca a la oscuridad y a la noche. Y digo yo que ¿quién dijo que la noche es oscura? En todo caso, sea este el principio de la
luz.


martes, 11 de noviembre de 2008

Sex & the City...


Sí, soy adicta al... programa. Y como no tengo otra cosa mejor que hacer, hasta que empiece el programa de radio (aquí aprovecho para anunciarme: De lunes a jueves a las 15:50 horas Sopa de lunetras, con harta dosis de guarradas y un toque pequeñísimo de cultura, sólo click en http://sopadelunetras.listen2myradio.com/ )

¿En qué estábamos? Ah sí, en la serie más fabulosa para mujeres (personalmente amo a Dr. House, claro, pero Sex & the City me fascina).

He aquí algunas frases de Carrie Bradshaw, una de las cuatro protagonistas de este programa:

"Supongo que hacemos una buena pareja. Soy adicta a la moda, él es adicto a la política. Y la verdad, ¿cuál es la diferencia? Ambas adicciones vienen de ideas recicladas y las hacen lucir más frescas e inspiradoras".

"Él es como la carne y la sangre, algo equivalente a un vestido de DKNY. Tú sabes que no es tu estilo , pero esta ahí, sin embargo, lo pruebas".

"Si me sigues hablando, te voy a cobrar el minuto".

"La ciudad de Nueva York es la ciudad del sexo. Gente teniéndolo, gente tratando de tenerlo, y gente que no lo puede tener. Por eso es la ciudad que nunca duerme".

"Las 'bolas' son para los hombres, lo que para nosotras son las carteras. Son pequeñas, pero nos sentimos desnudas sin ellas".

"Soy una homeless! Seré una mujer con una bolsa en la mano. Una bolsa marca Fendi, pero una mujer con una bolsa en la mano!".

"Tantos caminos. Tantos desvíos. Tantas opciones. Tantos errores".

"Después de todo, las computadoras se rompen, la gente se muere y las relaciones se terminan. Lo mejor que podemos hacer es respirar y reiniciar".

"Los hombres en sus cuarentas son como los crucigramas del New York Times: tramposos, complicados, y nunca sabes realmente si tienes la respuesta correcta".

"¿Realmente puedes perdonar si no puedes olvidar?".

"Los hombres lindos nunca son buenos en la cama porque no tienen necesidad de serlo".

Ahora, las de mi favorita, Samantha Jones:

"Ustedes fantasean con un hombre que tenga un departamento en Park Avenue y un portfolio con acciones. Para mí, el sueño es un bombero que tenga una manguera grande"

"Nunca pude hacerme amiga de un hombre. ¿Para qué? Las mujeres son para la amistad. Los hombres para tener sexo"

"Los hombres engañan por la misma razón que los perros se lamen. ¡Porque pueden!"

“El dinero es poder. El sexo es poder. De esa manera, obtener dinero del sexo es sólo un intercambio de poder."

"El único lugar donde puedes controlar a un hombre es en la cama. Si perpetuamente le hiciéramos sexo oral a los hombres, podríamos dominar el mundo."

"Me coges mal una vez, es tu error. Me coges mal dos veces, es mi error."

¿Y de Miranda Hobbes, la abogada? Bueno, pues aquí están:
"¿Cuándo todos los hombres se unieron y decidieron que sólo saldrán con mujeres altas como jirafas y con grandes tetas?".

Ahora la única inocente de este cuarteto de treintañeras tardías, Charlotte:

"He tenido citas con hombres desde los 15 años. Estoy cansada. ¿Dónde está el verdadero?"

Y sobre sus pláticas:

Carrie: ¿te acuestas con Steve?
Miranda: me acosté una vez, en singular. Y por compasión, me sentía fatal de que sólo tuviera un huevo
Carrie: ya veo que no necesita el otro...
Miranda: y que lo digas! parece que el otro era puramente ornamental.Cielos, soy una idiota ¿Por qué no usaríamos un condón?
Carrie: ¿No se les ocurrió?
Miranda: Carrie, él sólo tiene un huevo y yo los ovarios vagos. ¿En qué mundo retorcido sale de eso un bebé?
Carrie: Sí, lo comprendo
Miranda: ...Es como las paraolimpiadas de la concepción


Carrie: tengo que hablar con él
Sam: nooo!!
Carrie: pero si hablamos de todo
Sam: cielo, en cuestiones de sexo la boca no es para eso...

Sí, en realidad amo a estas cuatro mujeres que están en la búsqueda constante de su satisfacción: emocional, sexual, laboral, pero a final de cuentas, que desean encontrar.

Martes de Marte y... ¿me encanta amarte?


Amar-te no es nada común.
Puede ser un fuera de lugar y el nuevo idioma que me platico y te respondo. (Pensé alguna vez)

Amar-te no fue una decisión correcta.
Me gusta pensar que lo hice porque quise, no porque debiera. (Sin arrepentimientos)

Amar-te es sentir-te
No soportar-te, no entender-te, no ama-rrar-te, no esperar-te. (Ya no amar-te)

Amar-te es un pecado concedido.
La consecuencia de los deseos cumplidos, las carcajadas tontas y las palabras geniales. (Adiós)

Amar-te es desastroso.
Bullicioso, cadencioso, fastuoso, fructuoso, sabroso. (Fue espantoso)

Amar-te a ciegas.
A gatas, a sordas, a tientas, pero jamás a secas. (En todo caso, a tontas)

Amar-te desde el fondo.
Sobre, por, entre, por encima de lo normal y por supuesto. (Que me voy)

Amar-te para qué...
Para que nada nos separe, para que nada nos ate, para que estemos y para que jamás tengamos. (Que seguir si no hay por qué)


Amar-te? Amar-me! Amar-NOs? Amar-se
Y ESTE CUENTO CUENTO CUENTO SE ACABÓ...

lunes, 3 de noviembre de 2008

Quiero escribir y no me sale ni madres...


"Pero no, no merece la pena
que me pierda la gloria...
Porque tú me condenas."
Rosana

Hace frío. Sólo me quedan cinco cigarros y no tengo crédito en el celular. (Puedo, llorar hasta caer el día. Puedo sembrar esta noche baldía de amor, sólo de melancolía). Hace frío. Escribo y trato de no pensar en el hecho de que todo mundo ha aplaudido la decisión tomada... pero aún no dicha (Pero no, que la vida es muy corta y mañana se olvida, lo que ahora te importa). Tanto silencio y pensar que no resulta del todo incómodo. ¿Será que ya me acostumbré a correr, que tengo flojera de quedarme y pelear si el contrincante no ha mostrado el menor interés? (No te voy a esperar si me dejas, no te voy a buscar si te alejas. Hoy no voy a morirme de pena por ti). Ay, dos lectores sololoyescos, ojalá pudiera apartarme un poco de mi propio reflejo para mirar todo el paisaje y darme cuenta que, después de todo y antes que nada, existe todavía la espera-esperanza que me crucifica noche a noche... (Para morir de amor siempre queda mañana, hay que dar tiempo al tiempo; que las penas se pasan). ¿Cuántos nombres pueden caber en una sola historia donde yo no soy partícipe de nada, ni siquiera espectadora porque me he marchado emocionalmente de la función? (Para morir de amor siempre queda mañana, y hoy te quiero por todo y mañana por nada).

Entonces seguimos escuchando a Rosana. Vámonos tapando que el frío se está colando ya en los recovecos existenciales y he dicho que no. Vamos a tapiar la entrada para que no se marche el calor que he podido conservar (Puedo sentir que se me va la vida, puedo esperar en la puerta de tu corazón hasta que caiga rendida. Pero no, no merece la pena que me pierda la gloria porque tú me condenas. No te voy a rogar que te quedes, no te vas a enterar cuánto dueles. Hoy no voy a pasar al infierno por ti).

Mejor vayamos a dormir. Que mañana será mucho mejor que hoy.

Llanto esparcido por el sillón. Suspiros y susurros que no llegar caray, no llegan. ¿Buenas intenciones? Digamos que no me quedan más puntos suspensivos. Hoy no.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Cuando dije amor...


"Hay tanto idioma para hablar de amor,
y el que tú entiendes...
No lo entiendo yo."
Alejandro Santiago


Dado que es ¡al fin! lunes de luna (por la madrugada), que mis manitas ya se están congelando y que mi amigo Rivotril está más que susurrante para que pueda alcanzar a Morfeo y de una buena vez le entre con singular alegría a mis muy particulares onirismos, trataré de resumir, presumir y asumir todo lo que este día pude encontrar. Bueno, el domingo, porque lo que es precisamente este-este día, apenas comienza.

Si alguien ha visto a mi siquiátra, avísenle por favor que lo estoy buscando desde hace un mes. Nomás no puedo encontrarlo. Lo mismo sucede con mi maestra de reiki, y estoy pensando que una de dos, o huyeron juntos en un vertiginoso y sorpresivo romance, o de plano la vida me dispone a que de momento, y tal vez por el resto de mi vida, sea yo la que asuma cada instante y no me rinda en el respiro del presente.

En fin, que en vista del éxito obtenido y como habrán leído con anterioridad mis dos lectores queridísimos y en verdad apreciados, queridos y requeridos, pues la rundición amenazaba con instalarse ya de manera tácita en este blog. Hasta que entendí, gracias a mi participación activa en internet y la búsqueda de cualquier pendejada para leer, que ya era la muy merecida hora de escombrar el lugar donde mi alma habita y limpiar contundentemente mi tinta (es un decir, en realidad limpiar el teclado) para darme cuenta que voy a ser feliz después de dos exhaustivas pero muy pinches necesarias preguntas. A saber:

1.- ¿Merezco ser feliz?
2.- ¿Cada lugar que he caminado, cada problema solucionado, cada vez que he caído y me he levantado (madreada y todo, pero al fin en pie) y me han traído hasta este momento, ha sido para vencer al miedo o para permitirle hacerme la camaleonina y quedarme estancada en los apuros de mi bipolaridad?

Bueno, pues encontré la respuesta en un escrito que francamente no tengo NPI* de quién lo escribió, pero alguien debió escribirlo porque cuando llegué ya estaba escrito. Ah, claro, les tengo que decir qué decía... Pues simplemente "Estoy en un trayecto, no en mi destino... ¡Y disfruto del viaje!". Chale, hasta coraje da cuando uno encuentra la respuesta sin saber del todo cuál era la pregunta.

Vamos a volar. Estamos escuchando, entre otras rolas, Ahora ya ves, de Olga Román (He dejado de hablar con las paredes, de repetir tu nombre. He dejado de perderme en los bares, de buscarte en la noche, de rendirme al amanecer. He dejado de pensar si algún día, tal vez si tú quisieras, tal vez...) Sabia mujer. Así que aquí, una vez más y en el presente, que el futuro francamente es algo que me viene guango, declarar mi cuerpo, mi alma y mi espíritu como zona liberada y en la voz de Bebe, decir Pa' fuera telarañas.


Así que si me lees... Y no diré nombres por secreto de profesión, te explico el por qué de llamar a Alejandro Santiago para que iluminara este desvarío virtual. "Cuando dije amor no era tan sólo sexo que arrebata, era ponerlo todo con el alma, era ponerle un poco más que ganas. Cuando dije amor, era tenernos fe cada mañana, tu luz en mí y el sol sobraba... Era tu piel mi piel cuando te amaba. No hubo equivocación, fue sólo error en la interpretación. Hay tanto idioma para hablar de amor... Y el que tú entiendes no lo entiendo yo." Han de dispensar mis dos lectores, pero ando bien musical. Así que entre Alex Santiago y yo, pues aquí nos quedamos, que andamos con los pies en la tierra, pero muy decididamente, con el alma en el cielo.


¡Vámonos a dormir!
Tan tán.
(Aplausos)
*NPI: Con dos variantes, según el ditcionario (sí, ditcionario) en la Rara Academia de la Lengua Albantesca: Ni Puta Idea o bien, No Piso Insectos. Sean ustedes, mis dos lectores queridos, los que elijan cuál aplica en estas disidencias escritas.

Y el que pueda leer... Mejor que escuche.



Alguien me dijo una vez: "De las despedidas, las desapasionadas".

Tal vez tuvo razón.

viernes, 31 de octubre de 2008

¿Quién dijo tristeza?



"Si no es mucho transtorno,
ruego con cierta desesperación
ser atendida esta noche..."


Luis Eduardo Auté.


Y es que de pronto uno se acongoja. Y se acojona, para qué más que la verdad. Aquí, en la casa, esta madrugada tiene cierto sabor chamoyesco en el que no encuentro acomodo, dispongo mis cosas (apenas una maleta donde guardo recuerdos, la foto de mi sillón favorito, bitácora de los desvelos, lámpara con luciérnagas por si me llega la oscuridad emocional, marlboro rojos y rivotril por si el insomnio y por si el sueño) para empezar a viajar sin lo estorboso que es intentar quedar bien con el público. Todavía hay quien se atreve a juzgar a los demás porque no son como los demás. Y entre los demás creo que todos, para ser sincera, son iguales... Sí, a los demás.


No los incluyo, mis dos lectores queridos, que ustedes son los únicos que me protegen de este frío que comienza en octubre y terminará el día que mis nuevos años me cobijen.


No se piense que este escrito tiene algo que ver con el anterior. Incluso con el anterior al anterior, o consecutivamente. Cada día renuevo mi mañana para que el anochecer me prepare sorpresas bondadosas. Y a pesar de la enfermedad, de sentirme bien sola porque cuando me lleva la tristeza incluso me voy de mí, siento un fragmento de mi alma todavía cubierto y vacunado contra el abandono, porque sí, ni estoy hecha sólo de palabras ni estoy cubierta sólo de pasado. En realidad, prefiero rehacerme con empeño cada vez que respiro y vestirme con el presente, que es lo único pero lo suficiente con lo que cuento.


Hoy, antes de dormir, quería dejar constancia de que en algún momento de este minuto, estuve aquí, pensé en ti, pensé en mí y en la falta que me hago desde que estoy a tu lado. ¿Depresiva? Tal vez, pero es lo bueno de blogspot: también los bipolares tenemos cabida por aquí.


Además ¿qué tanto es tantito?


Y no, señores del jurado: no se culpe a nadie del desgarre emocional o las fisuras energéticas. Como dijera Sabina, perdonen la tristeza. Sólo pasaba por aquí, vi la oportunidad de una nueva entrada y no lo pude resistir...

miércoles, 29 de octubre de 2008

Consonantes disonantes...


Me dirijo a ti, por la presente
si tienes a bien adjudicarme
una noche cualquiera para besarte
a la luz de la luna o entre tinieblas
entre mis sábanas o entre tus piernas.
Siendo consciente de que mi premura
es incompatible con tu escasez de tiempo
efectúo las gestiones oportunas
a fin de que no caduque mi deseo.
Esperando cumplir los requisitos
establecidos a tal efecto
curso esta petición con carácter urgente
y adjunto documentación en forma de verso.

En México, a una hora cualquiera
y en un día impreciso del mes de octubre,
firmo la presente instancia desde mi cama
acechando el teléfono/la puerta/el correo
con obsesiva mirada .

Gloria Bosh/AzulAlbanta


Sucede que nunca se había sentido tan absolutamente segura de que sí, el camino de la palabra le llamaba a gritos para decirle que estaba en el lugar indicado. Sucede también que entonces decidió hacer a un lado la comodidad y el salario exacto quincenal, las prestaciones de ley y optó por hacer de su vida lo que por fin, después de treinta años, le viniera en gana.

Y entonces, llegaron ellos...

Gritaron que era una tonta, caray, de cultura nadie vive, está bien que escribas pero no para subsistir, mejor entra otra vez a trabajar y verás que con la tarjeta de crédito pagada y las medicinas suficientes podrás salir adelante y ser por fin, la hija/hermana/sobrina/prima que siempre hemos querido que seas.

'¿Y si no quiero?' Preguntó ella con natural insensatez...

-Entonces yo me moriré intranquila porque eres la hija/hermana/sobrina/prima que más problemas me ha dado. Tu enfermedad/vocación/decisión/cerrazón ha sido la causa de que se me suba la presión, de que yo no viva en tu casa y tenga que pagar renta, de que tu madre venga llorando porque no eres como ella quiere, una mujer con traje sastre/medias/tacones que trabaje de lunes a viernes de nueve a seis.

'¿Y si les dijera que yo soy feliz?' Siguió preguntando ya sin interés...

-Nadie es feliz así. Lo que sucede es que siempre/siempre/siempre hemos dejado que tú decidas, pero ahora ya eres una mujer sin traje sastre/sin medias/sin tacones, con pantalón de mezclilla/calcetas/tenis que quiere creerse lo máximo sólo porque sabe escribir, y eso no te sirve de nada.

Ring, suena el teléfono. Una entrevista/dos entrevistas/tres entrevistas para esta semana. Trabajando como durante diez años lo había hecho: Asistente de dirección/asistente de titular/ asistente administrativa.

Sí, mañana irá a la cita. Una entrevista/dos entrevistas/tres entrevistas.

Y desde el fondo de mi alma, desde el duelo sin calma, te pido, corazón, que me escuches y me digas por qué te enamoraste de mí. No llegarás, te lo aseguro.


lunes, 27 de octubre de 2008

Treinta días antes...


Bueno, pues supongo que algo bueno debe haber en esta cuestión de dejar a un lado los treinta años. Ha sido un año bondadoso, con una que otra metida de pata (como la última que me quebró 3 dedos y el hueso no-sé-cómo-se-llama, motivo por el cual duré en forzado estado casi vegetativo dos meses y medio) y las ganas de vivir a flor de piel. De una buena vez les advierto, mis dos lectores queridos, admirados y ponderados, que este escrito será una verdadera bizarrez... Y ya para que lo diga yo...


Ok, como primer número, y dado que no me he podido hacer publicidad en muchos lugares, me alquilo para entretener sus tardes en semana inglesa, a las cuatro de la tarde (a veces antes) y hasta las seis (a veces después). De repente pude estrellarme contra el micrófono y ¿adivinen qué? No sueno tan mal, después de todo. En fin, que tengo un programa por internerd y lo pueden escuchar haciendo click en este link (me caga escribir en verso) que se pondrá a continuación: http://sopadelunetras.listen2myradio.com/


Después de mi comercial, estábamos en mis últimos desvaríos treintañeros para entrar, en un mes, a los desvaríos treintayunñeros (¿se escribirá así? Sepa la chingada). Ahí les va el recuento de lo que esta, hoy dudoso Amanecer Azul, tiene para compartir:


1.- Un corazón latente, solvente, envolvente pero jamás carente.

2.- Besos de sal, besos chocolatosos, besos con memoria, besos olvidados.

3.- Palabras, palabras, palabras...

4.- Amigos que pueden hundirse en Playa Cazones o darse en la madre con su moto en Santa María la Ribera, pero que a fin de cuentas, como diría José José, amo y me aman (doy gracias por tanto y tanto amor...).

5.- Piel, saliva, sangre, sudor, lengua y oídos. Todos en perfecto estado.

6.- Angustias, pesadillas, fábulas cronopianas de esperanzas y de famas, cuentos esparcidos por doquier y una que otra vez, sonrisas palabrosas y carcajadas en verso libre.

7.- Islas sin explorar, planos surrealistas y sin planes, que no me gusta venderlos por destajo.

8.- La sensación de que, después de todo, habrá que creer.

9.- Amor propio, amor compartido, amor con-partido, amor evolucionado, amor revolucionado, amor revolucionario.

10.- Li-ber-tad: Libertad combativa, libertad consensuada, nunca condensada e incluso, Libertad Lamarque (pero ya casi se pasa mi mala racha energética, don't worry).

11.- Sueños a colores, multicolores, sepias, marrones, blanco y negro, estadías azules y realidades turquesinas.

12.- Viajes sin maletas. Despidos justificados. Renuncias por honorarios. Mudanzas inexplicables.

13.- Canasta básica: noches frías y con estrellas, atardeceres grises y con llovizna, recuerdos cheleros, mares ingratos.
14.- Ganas de dormir.

Y hasta aquí, por hoy, dejo de existir. Despiértenme cuando el dinosaurio de Monterroso haya partido.


Buenos anocheceres...

sábado, 25 de octubre de 2008

Transtornos bipolares, rueda de la fortuna y hoy me toca estar abajo...


Siempre he dicho que de los males, el menor. Que de lo perdido, lo que aparezca. Que hay veces que nada el pato y hay veces que ni agua bebe. Hoy, que me encuentro si bien no confundida por lo menos sí a la sombra de todo lo que he podido conseguir al día (y a la noche), quiero hacerles saber, a mis dos lectores más que consentidos y de alto abolengo emocional por parte de esta que hoy escribe, que francamente me siento de la real chingada. Es decir, así es esta enfermedad, una visita incómoda a la que desde luego no se puede ignorar, pero tal vez sí ponerle un sitio desde donde pueda esconderse (por lo menos de rato en rato) y entonces se sepa que ahí está, que es inevitable recibirla... Pero que ni le daremos toda la atención, ni le soportaremos más de lo debido. Es decir, pásate mi depre, sé que ya llegaste, me lo dice el cuerpo y el sueño y el acomodo de mis desengaños, pero ni por un segundo se te ocurra pensar que gobernarás la comarca de mis decisiones y darás un sorpresivo golpe de estado a mi no renovable instinto de supervivencia. Que ya he dicho que esta vida es sólo mía y no de la tristeza ni de la melancolía. Así que como dice Adrián Camacho: Ni te olvido si te quedas, ni te extraño si te vas...

Estoy pues, en descontento. Por lo menos sé que de aquí a mi cumpleaños voy a adelgazar unos cuántos kilos, cosa que ya de por sí es para celebrar. Treinta y un años. Y confieso que he vivido, así como alguna vez lo dijo Neruda y muy seguramente debió decirlo alguien más. Expectante, enamorada, ya no más a la defensiva ni a la ofensiva; quizá y en todo caso, al frente de mi vida, esperando de cada día una razón más para vivir el siguiente. Sin optimismos forzados ni desgarres ingratos en mi hipotálamo, que nos encontramos muy bien desde la isla de nuestra (in) seguridad. Abrazando y abrasando. Al sur de mis suspiros y siempre alerta para que cuando llegue el mal tiempo, mi refugio se encuentre lleno de emociones y sorpresas bienaventuradas. Porque de las tales es el reino de los turquesas.

Así pues, sólo intento escabullirme momentáneamente del lado sin corazón que tiene mi corazón. Ya vendrán los días en que mi palabra renazca como fénix y entonces, el azul grite todo a color...

jueves, 23 de octubre de 2008

Entre verdes y azulado... a su lado.


Todos los viajes sirven para descubrir o reencontrar. El mío inició en Poza Rica y culminó en el interior azul de Albanta, que alzó el vuelo y giró, no lo creerán, hacia la aceptación. Fue volver al mar (donde parten las estelas y prometen los caminos, mar donde los cielos mismos aprendieran a volar, diría Delgadillo), nueve años después de aquella vez en Huatulco, cuando le hablé a medianoche y le supliqué me diera la oportunidad de volver a saberlo. Dicen que las cosas llegan no cuando las deseas sino cuando en realidad las necesitas... Y ahí estuve, viéndole estrellar su espuma y perderse entre mis ojos hasta que ya no supe cuándo fue agua y cuándo fue cielo. Igual que sentí con mi Tenampa emocional kafkiano, que partí y compartí con él tal vez un poco menos de diecinueve días y quinientas noches, pero un poco más de media semana y un sueño eterno, que volviendo a parafrasear a Sabina, hay besos que te los dan y resucitan a un muerto...


Entonces, esta crónica que no pretende serlo es, mejor dicho, el escaso recurso que tengo en este momento. Las musas andan de viaje. Y las he dejado marchar, cómo no, si después de todo, ellas me permitieron salir de mi ratonera y caminar con pies descalzos en el Tajín recién lavado por la llovizna que sólo terminó el último día de mi estancia en Poza Rica.


¿Pesadillas? Tuve dos. Y fuertes. Pero dice mi amiga Nancy que está comprobado que el 99% de ellas no llegan a realizarse, por lo que me siento tranquila dentro del porcentaje mayoritario y sé, más que por presentimiento por decreto, que en cualquier lugar y a cualquier hora, vendrá a mi tinta y a mi alma el dios de las pequeñas cosas, el que te regala felicidad como si fueran lunetas multicolores. En tanto, yo voy a dibujar mariposas en mis sueños, que se ha hecho de madrugada y necesito apagar los ojos para que la enfermedad, aquella que me persigue y de vez en cuando me alcanza, pase de largo y no sepa dónde me escabullí...

lunes, 6 de octubre de 2008

Tengo una muñeca que regala besos...


Así lo dice Fito Páez y concuerdo plenamente con su imagen. Pocas o quizá ninguna vez me he puesto a escribir sobre el rol más difícil que me ha tocado desempeñar durante 9 años. Un trabajo que en realidad es bien remunerado, pero que no tiene vacaciones y que a menudo pareciera que estoy a punto de tirar la toalla por no saber qué tan bien lo hago: el de ser mamá.


Selene Nicole fue concebida en septiembre de 1999. Durante la huelga de la UNAM y tampoco es cosa de dar detalles, ¿verdad? Pero sí, fue con amor. No de ese amor que una vez sentí que me mataba, tampoco del amor que te inunda y sientes descargas eléctricas. En realidad fue un regalo envuelto en una canción y más de 4 años de relación que me entregaron entre sábanas blancas el 19 de junio de 2000, con 3.100 kg y 54 centímetros de pura y absoluta sabiduría. Qué puedo decirles, que desde ese momento creí plena y absolutamente en el amor a primera vista, justo en el instante en que la toqué y supe que daría mi vida por verla feliz el resto de la suya.


Ahora, ocho años más tarde, puedo presumir con todo el orgullo de mamá gallina que tengo una hija llena de amor para dar y para recibir, que no exige nada porque conoció a mi lado el hambre, pero jamás el frío. Que se esfuerza a ser la mejor en la escuela y en cada cosa que decide iniciar, con una determinación que a menudo ignoro de dónde la heredó, pero también con una humildad y una necesidad básica que reconozco: Nicole sólo puede ser feliz cuando ve que la gente y los animales lo son.


Hace dos años ingresé -raro- al hospital. Fue un momento muy, muy fuerte en mi vida del que me he negado a escribir por diversos motivos. Mi familia, Nicole incluída, se habían ido de fin de semana. Al siguiente día, cuando me dieron el alta y llegué a casa, su mascota, Camelott, estaba muerto. Así, sin más. Puta, ¿cómo le explicas a una niña que su animalito se murió quién-sabe-por-qué-y-quién-sabe-cómo? Cuando llegó, el domingo por la tarde, tuve que decirle. Lloró y lloró mientras yo la abrazaba y se me rompía lo poco (en realidad lo muy poco) que quedaba de mi corazón ya magullado por otras razones. No sé cuánto tiempo pasó, pero después de varios minutos, la miré fijamente y le dije: Ok, ya lloraste. Te has desahogado y ya necesitas estar tranquila, aunque el dolor siga y aunque no sepas cuándo se irá, pero nunca, nunca, llores más de la cuenta. Porque si no nos detenemos en el momento indicado, siempre quedamos debiendo lágrimas.


Dos meses después se me deshizo el mundo en una llamada que duró menos de cinco minutos. Ya no me casaría, ni tendríamos un hijo, ni volveríamos a hacer el amor, ni habría más miradas y risas... Porque yo lo había decidido así: Si me hubiera pegado una vez, la culpa sería suya. Pero me pegó tantas, que la culpa fue mía. Entonces me encerré en mi recámara para que mi hija no viera cómo su mamá había decidido desconectar su alma. Lloré quedito, sin hacer el menor ruido. Quería ahogarme entre lágrimas pero chingao, por más que salían apenas alcanzaban a cortarme la respiración por segundos. Y entró Nicole, para decirme: "Mamá, ya lloraste. Necesitas estar tranquila aunque el dolor siga. Y así como me dijiste cuando pasó lo de Camelott, nunca llores más de la cuenta". Creo que ni siquiera mi madre me había hablado con tanta tranquilidad pero también con la firmeza de quien sabe o intuye por puro amor lo que había sucedido...


Así es mi hija: la niña que el 6 de enero pidió como regalo de día de Reyes una Jessie vaquerita y doscientos pesos. ¿Para qué quieres el dinero, Seles? Ah, pues yo lo necesito. Y sí, los Reyes pudieron cumplirle y amaneció lo que pidió al pie del árbol navideño. Despertó, abrazó su muñeca y me dijo: "Mira, pedí doscientos pesos para ti, porque los Reyes nunca te traen nada y tú siempre te portas bien".


¿Cómo puedo pagarte tanto, mi bebé? No soy la mamá perfecta, eso lo sabes. Me he contentado con luchar para ser una mujer congruente y que algún día, puedas decirle a quien te quiera escuchar que tal vez no fui la más atenta ni la más normal de las madres, pero que te enorgullece saber que siempre fui una mujer feliz, que como tú, lo conseguía viendo y viviendo la felicidad ajena y en consecuencia, la propia. Mi luna del alma. Selene Nicole, mi Luna Fuerte. Que los cielos te cobijen y que tengas alas firmes para que nunca te enfermes de tristeza. Que todos los dioses te bendigan para que transpires lo que sólo tú puedes. Y que recuerdes cuántas veces te acuné desde mi vientre inmaduro para cantarte Bienvenida, de Fernando Delgadillo, y cómo desde que descubrí Catalana, en voz de Alejandro Santiago, sólo pude dártela a ti:


Vivo de tu luz luna traviesa
soplo que me mueve que me da
colores donde hay nubes negras
antídoto contra las penas, mi lugar.


Festival de trazos en tus manos
la respuesta al beso que pedí
consuelo para mis rabietas
oferta siempre a manos llenas, mi raíz.

Sonrisa libre catalana con tu voz
haces que todo se haya puesto a mi favor.

Por tus consejos, por tus regaños
por tantas ganas, por lo pasado
por tus costumbres con sus manías
por darme aliento en la subida.
Por ser ejemplo por darte toda
cuando la vida se pone sorda.

Perfumada siempre de te quieros
necesaria cerca de mi piel
por sobre todo mi sirena
faro en mis noches de tormenta
mi bebé.

Sin planear catorces de febrero
ni discursos para el porvenir
tus ojos firmes en mis sueños
amiga a prueba de pretextos
soy feliz.


Bandera grana catalana tu calor
le da más vida cada día a mi vocación
Por tus consejos por tus regaños
por tantas ganas por lo pasado.

Por tus costumbres con sus manías
por darme aliento en las subidas...
Por ser ejemplo por darte toda
cuando las cosas se nos desbordan.
Por más razones que se me olvidan
por mil motivos por ser tan mía...

Por ser tan mía.