miércoles, 27 de agosto de 2008

Non, je ne regrette rien...


Llega el ruiseñor y de puras ganas, quiero poner esta poesía en la garganta de una de mis cantantes favoritas. ¡Un aplauso y que siga la música, Edith Piaf!


Non, rien de rien.
Non, je ne regrette rien.
Ni le bien qu'on m'a fait,
Ni le mal.
Tout ça m'est bien égal!
Non, rien de rien.
Non, je ne regrette rien...
C'est payé, balayé, oublié
Je me fous du passé!
Avec mes souvenirs
J'ai allumé le feu,
Mes chagrins, mes plaisirs
Je n'ai plus besoin d'eux!
Balayés les amours
Et tous leurs trémolos,
Balayés pour toujours.
Je repars à zéro.
Non, rien de rien.
Non, je ne regrette rien.
Ni le bien, qu'on m'a fait,
Ni le mal, tout ça m'est bien égal!
Non, rien de rien.
Non, je ne regrette rien.
Car ma vie, car mes joies
Aujourd'hui, ça commence avec toi!

Y sí, pa' los que no le damos al francés, y como diría el vocero de Fox (No por ausente menos presente en mis afanes por recordar), lo que el ruiseñor su majestad Edith Piaf quiso decir fue:


"No, nada de nada"

No, nada de nada.

No, no lamento nada.
Ni el bien que me han hecho,ni el mal.
¡Todo me da igual!
No, nada de nada.
No, no lamento nada.
Eso está pagado, barrido, olvidado.
¡Me importa un bledo el pasado!
Con mis recuerdos hice una fogata.
Mis tristezas,mis placeres, ya no los necesito.
Barridos los amores
y todos sus temores.
Barridos por siempre comienzo de cero.
No, nada de nada.
No, no lamento nada.
Ni el bien que me han hecho, ni el mal.
¡Todo me da igual!
No, nada de nada.
No, no lamento nada.
Porque mi vida, mis alegrías, hoy,
¡todo eso comienza contigo!

Edith Piaf es buena o qué???

martes, 26 de agosto de 2008

A case of you...

Diana Krall, una maravillosa cantante jazzera que llega y me muestra esta rola como si fuese un encargo. Nada, que es sensacional, con un poco de rundición y harto de sentimientos condescendientes.

Just before our love got lost you said

I am as constant as a northern star

And I said, constant in the darkness

Where's that at?

If you want me I'll be in the bar

On the back of a cartoon coaster

In the blue tv screen light

I drew a map of canada

Oh canada

And your face sketched on it twice

Oh you are in my blood like holy wine

Oh and you taste so bitterbut you taste so sweet

Oh I could drink a case of youI could drink a case of you darling

And I would still be on my feet

Oh I'd still be on my feet

Oh I am a lonely painterI live in a box of paints

I'm frightened by the devil

And I'm drawn to those ones

that ain't afraid

I remember that time thatyou told me, you said

Love is touching souls

Surely you touched mine

Cause part of you pours out of me

In these lines from time to time

Oh you are in my blood like holy wine

And you taste so bitter butyou taste so sweet

Oh I could drink a case of you

I could drink a case of you darling

Still I'd be on my feet

And still be on my feet

I met a woman

She had a mouth like yours

She knew your life

She knew your devils and your deeds

And she said

Color go to him, stay with him if you can

Oh but be prepared to bleed

Oh but you are in my bloodyou're my holy wine

Oh and you taste so bitter,bitter and so sweet

Oh I could drink a case of you darling

Still I'd be on my feetI'd still be on my feet

Y pa' los que no le entendieron, ahí está la traducción:

Un caso de usted

Momentos antes que nuestro amor consiguió perderse usted dijo

Soy tan constante como una estrella norteña

Y dije, constante en la oscuridad ¿En dónde está eso?

Si usted me quiere estaré en la barra

En la parte posterior de un práctico de costa de la historieta

En la luz azul de la pantalla de la TV

Dibujé un mapa de Canadá

Oh Canadá

Y su cara bosquejada en ella dos veces

Oh usted está en mi sangre como el vino santo

Oh y usted prueba tan amargo

pero usted prueba tan dulce

Oh podría beber una caja de usted

Podría beber una caja de usted querido

Y todavía estaría en mis pies

Oh todavía estaría en mis pies

Oh soy pintor solo

Vivo en una caja de pinturas

El diablo me asustó

Y me dibujan esos

eso no tiene miedo

Recuerdo esa vez eso

usted me dijo que, usted dijo

El amor está tocando almas

Usted tocó seguramente los míos

La pieza de la causa de usted vierte fuera de mí

En estas líneas de vez en cuando

Oh usted está en mi sangre como el vino santo

Y usted prueba tan amargo pero

usted prueba tan dulce

Oh podría beber una caja de usted

Podría beber una caja de usted querido

Todavía estaría en mis pies

Y todavía esté en mis pies

Encontré a una mujer

Ella tenía una boca como la suya

Ella sabía su vida

Ella sabía sus diablos y sus hechos

Y ella dijo

El color va a él, está con él si usted puede

Oh pero prepárese para sangrar

Oh pero usted esté en mi sangre

usted es mi vino santo

Oh y usted prueba tan amargo,amargo y tan dulce

Oh podría beber una caja de usted querido

Todavía estaría en mis pies

Todavía estaría en mis pies

Entre esperas y esperanzas...


"Nunca es triste la verdad: lo que no tiene es remedio". Dice (y dice bien) Joan Manuel Serrat en conocida canción. Y aún cuando no tengo la menor intención de hacer este escrito persiguiendo o cuestionando el tema de la verdad, que cada quien tiene la suya, muy suyita y si ustedes, mis dos lectores consentidos, no se cuestionan la mía, ¿quién me creo yo para cuestionar la del resto de mortales que deambulan entre la fauna sideral?

Mi realidad se compone, de momento, de una silla de ruedas; producto bastante ingrato de un accidente acaecido hace un mes donde me destrocé, una vez más, el pie izquierdo (¿por qué siempre el izquierdo? Debe ser mi tendencia...). Luego una enfermedad (sí, otra) y después ver cómo amanece sin prisas, sin pausas y como más me gusta: con frío y neblina, pero con todas las ganas de que las nubes se hagan de algodón apachurrable y el sol apenas se muestre sin arrogancia, que ya lo sabemos astro rey. Dicho esto, me doy cuenta que las Mañanitas tienen razón: Ya los pajarillos cantan... Aunque la luna, para ser francos, no se ha ido del todo: como que quiere terminar de ver la función.

Ahora pues, disfruto con lo que tengo. Quizá no lo que quiero, pero en definitiva y de rotunda forma, sí lo que necesito, que para ser francos, se parece mucho.

Amo, por ejemplo, el saber que estoy tranquila y que respiro nítida y suavemente porque aquí se han manifestado cada uno de mis amigos. Que me han colmado de buena vibra, de regalos, de palabras y de amor del bueno como siempre, sin hacer falta que yo esté por el momento detenida en cama o bien corriendo por la vida con esa felicidad que me da sentirme maravillada. Y aclaro que no en el doctorado únetealosoptimistas, sino el deseo ferviente de amanecer un poco más plena, de anochecer un poco más completa. Amo las sonrisas inesperadas de Selene, que me consiente y me encamina a ser mejor porque no podría tener una hija más perfecta: inteligente, testaruda, tierna hasta el empalague y sonriente así haya tormenta.

Amo, también por ejemplo, el brillo en mis ojos cada vez que alguien me dice lo bien que me ha caído la vida. Quizá entonces, medito mientras sonrío, cada circunstancia es la oportunidad única e irrepetible de estallar y recomenzar en cualquier segundo que se nos ocurra. Amo la risa que provoco si digo una estupidez, el llanto al ver una película por dura o cursi que sea, la nostalgia de añorar lo que nunca existió, parafraseando a Sabina. Pero es muy probable que ame, por sobre todas las cosas, la buena fe que le tengo al porvenir. Si espero o no, eso es problema mío. Simplemente no espero en una banca, sentada, tejiendo y destejiendo... Espero desde un lugar muy remoto, lleno de luz, de oscuridad, de entendimiento y también de ignorancia, pero sin detenerme más de la cuenta. Los paisajes los llevo en mi maleta y la idea de continuar es quizá, instinto de supervivencia. A mí me gusta pensar que es porque sí, estoy enmedio de la esperanza para que no se me rompa la piel con el granizo malévolo de la desesperación.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Mi acuse de recibo a tu respuesta...

A quien corresponda, inevitable canción de Abel Velázquez para estos momentos rundidores... Y un poquito de nostalgia sabor chamoy... Ahí te va.

lunes, 11 de agosto de 2008

Y sin sabor


Te parecías tanto a él. Quizá no tenías los ojos de miel que herían y congelaban, pero sí la mirada diáfana de quien encuentra el atardecer antes de descubrir cómo amanece. Hablabas así, como si la palabra te hubiera elegido y entonces ya no sabía si eras más un hipnotista o era yo la que decidía perderse entre cada frase que cobijaba, arriesgaba, aliviaba y por último, mutiló.


Y exactamente no alcanzo a comprender lo que pasó. Igual no se trata de comprender ni de arrancarse noche a noche los instantes para que ya las sábanas se queden quietas y el sueño entre a desdibujarte. Es que eras tan probable, eras tangible, eras a colores. Fuiste.


Sola. Sin cuenta atrás, sin objetivo a la vista. Con neblina y desprotegida para que la tormenta inunde, convenga y limpie certeramente el campo. Expulsándote de mi cosecha y sin permiso de vuelta. Que el derecho de admisión queda absolutamente restringido.


¿Cuál dolor, cuál temor, cuál adiós?