Ya no te tengo miedo.
Ya puedo decir tu
nombre: Shrek,
Manfredo,
Ornitorrinco,
Nicko,
Corazón Coraza,
Nicolás, Clown, mi ogro favorito. El pedazo de vida que llegó y se marchó llevándose todo lo que servía, aún cuando a él no le sirviera para nada. ¿Qué dice usted, señor Nicolás Alfredo (te caga que te hable así), si le dijera, con MAYÚSCULAS DISONANTES, el odio que te tengo, la necesidad de verte llorar como te vi dos veces, como te quité el llanto con mi cuerpo, quitándome la ropa y haciéndote el amor para que pararan tus lágrimas, para que se detuviera tu dolor y al penetrarme lo dejaras en mí, pero que se fuera de una buena y puta vez de ti. ¿Cómo lo iba a conseguir, Nicolás Alfredo (jajaja) si el dolor no era sólo dolor, era un cáncer que te carcomía las entrañas, que te punzaba, que sólo desaparecía cuando le escupías al otro tus esporas envenenadas? ¿No te bastó con perder un hijo y no volverme a ver? ¿No quedaste satisfecho con irte y llamarme sólo cuando ya no era necesidad sino alarmante ansiedad el escuchar mi voz? ¿Por qué me sigues? ¿Para qué me sigues? ¿Para que cumpla la promesa -en tres años, Nicolás, en tres años- de decirte lo que, chingada madre, eres? ¿Crees que me emociona verte aparecer en mi Hi5, en SpaceLive, aquí, que seguramente sé que llegarás? ¿Realmente crees que disfruto con las lágrimas derramadas en cada intento fallido de olvidarte? No ya tu voz, Nicolás Alfredo (sólo un ja), no tus abrazos, tus caricias ni tus manos... Ni tus labios. Esos los olvidé juntó con un mameluco azul y un útero desgarrado. No olvidó que amé. Que quiero volver a amar. Que algún día, por alto que sea, volaré, y sin importarme los riesgos, amaré. Amaré hasta que me canse, hasta que me envicie, hasta que me desgarre, hasta que me muera.
Tú ya no existes. Hoy te despedí, fantasma ingrato. Hoy te digo adiós porque jamás había sido así tan clara. Porque hablé de todo lo que te amé, que no de todo lo que te odié (¿odio?).
NO. TODO EN PASADO. TÚ TE VAS EN ESTE INSTANTE. Te despido con un whisky y el último Marlboro de la noche.
¿GUSTAS?