Alguien me dijo una vez: "De las despedidas, las desapasionadas".
Tal vez tuvo razón.
La antítesis del romanticismo, la cursilería vomitada en su máximo esplendor. A la zurda más que diestra. El manatí chelero que nadie esperaba y quizá por eso sea que llegó.
Alguien me dijo una vez: "De las despedidas, las desapasionadas".
Tal vez tuvo razón.
1 comentario:
Lo terrible es saber cómo decir adiós.
Un beso mi azulada
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