martes, 17 de noviembre de 2009
La diversión SÍ puede cambiar al mundo!!!
Juguetes radioactivo
Y para todas las niñas y los niños:
¿Algo un poco más peligroso?
Y ahora... La verdadera personalidad de Toy Story:
Ok, otro más :D
Y para que compren este día de reyes puro producto nacional:
Bueno, después de estas breves remembranzas, debo irme, ojalá les haya gustado!!!
lunes, 26 de octubre de 2009
Azul, pintada de Azul!!!
lunes, 3 de agosto de 2009
Sólo es temporal...
Lo prometo. Una disculpa para mis adora-dos lectores consentidazos y apapachadísimos de la vida y del amor. A mi compu le cayó el virus P (de PENDEJISMO) y por una insultante estupidez dada la sospecha de que mi madre fumó durante mi embarazo... Pues ya no sirve mi CPU. Además, ya no trabajo (ahora el que me mantiene es el dueño de mis quincenas virtuales... y ni tan virtuales, porque ni a compu llego) Pero como creo en la fe y me aventé el libro y el DVD del Secreto unas 8 veces seguidas, sé que algún día, por más extraño que parezca, lograré ahorrar para tener una súper compu a prueba de pendejadas.
En fin, les aseguro que los extraño más, mucho más de lo que piensan.
martes, 23 de junio de 2009
Cómo amamos a quien amamos
lunes, 8 de junio de 2009
A él no le gustas tanto...
Y después de mucho pensarlo...
¿Otro más? Ok, ahí les va:
Lydia Cacho
Mi voto en blanco
La gran mayoría de personas con credencial electoral hemos pasado los últimos dos meses preguntándonos y debatiendo qué hacer con nuestro voto. Las y los políticos por su parte han montado un circo espectacular; la credibilidad de quienes conforman el aparato del Estado ha llegado a su límite y va sin duda alguna hacia una estrepitosa caída. Es por ello que todos los partidos han elegido la mercadotecnia de la fama y el nombre para cooptar votos. Vemos carteles de deportistas, modelos, boxeadores, escritoras, bailarinas, corruptos cantantes de música cristiana, hijos de multimillonarios harineros, jefes de noticias de monopolios televisivos; todos ellos prometiendo honestidad y efectividad. El tratamiento que los partidos nos están dando como sociedad al elegir a sus candidatos es el de imbéciles. El insulto no podía ser mayor. El PRI y el PAN se coluden para ganar a costa de los derechos de las mujeres, el PRI y el PRD se hermanan y venden candidaturas en los estados; el caos es intencional, no casual.
México está viviendo un periodo negro. La delincuencia, dice Ernesto López Portillo, se ha convertido en una forma de vida, se ha masificado el mercado de la ilegalidad. El país celebró el cambio de partido en el poder y ahora entendemos que al desmoronarse el régimen experto en administrar el crimen la violencia y la ilegalidad, éstas se masificaron y quedaron fuera de control. De la mano de ese hecho político, está el fortalecimiento de políticas que favorecen a los ricos y excluyen a los pobres. El Estado no está capacitado para imponer la ley. Lo que sigue igual que antes es la falta de transparencia en todas las áreas de la vida política. Mientras las y los periodistas arrojamos luz sobre las élites en el poder causantes de la descomposición del país, la sociedad se indigna y las élites se ríen, las televisoras se coluden con las élites y los partidos nos dicen que vivimos en un sistema político en el cual mandan las mayorías: una democracia. Si no fuera indigno causaría risa.
En la medida en que los partidos pongan en los congresos a sus operadores, a personas famosas, ignorantes del manejo de los mecanismos del poder y la política, desconocedoras de las leyes y sus vericuetos, las élites corruptas que controlan el poder, tendrán mayor éxito en su empresa de fortalecer el pacto de impunidad que tiene paralizado al país. El voto forzado a lo “menos peor” es el peor de los votos. Que las buenas escritoras escriban, que los deportistas ganen medallas, que los cantantes canten, que las televisoras engañen desde su propio espacio, pero que no monten el teatro de la democracia.
Por esas razones y otras más yo dejaré mi voto en blanco. Aunque no exista la figura jurídica del voto en blanco, aunque los partidos digan que salieron nulos, ellos sabrán muy bien que el mensaje es: no soy tu cómplice, no me engañas, no me usas, tus candidatos no me representan. El abstencionismo es abulia, el voto en blanco es una acción ciudadana, un acto de libertad, una rebelión pacífica, un acto de congruencia, un acto de civismo.
(Para más información púchenle http://www.eluniversal.com.mx/columnas/78474.html )
martes, 19 de mayo de 2009
Para vos, un cielo latinoamericano, Benedetti...
viernes, 15 de mayo de 2009
Ojalá que llueva café...
jueves, 14 de mayo de 2009
Buenos días, señorita giraluna!!!
Ok, desayunamos, nos vestimos, nos movemos, nos vamos. Un beso, dos besos, tres besos y nos despedimos con la bendición que hace de cada día más que una razón, un motivo. Y para quien diga que es lo mismo, mis dos lectores queridos y jamás abandonados, se equivocan. Una razón parte de la mente y llega a su interlocutor. Un motivo parte desde el alma y se funde con el universo. Bueno, pues agarro vuelo y emprendo mi camino hacia la Diana Cazadora, enciendo mi música, y Sabina me dispara a todo lo que puede (y vaya que puede) junto con la mano de Serrat. Yo me dejo apapachar mientras sorteamos carros, contaminación, comerciantes, el solazo que amenaza con hacer más pinche fuerte mi dolor de cabeza que me tiene amachincuepada desde ayer, y de repente, como no queriendo, miro el reloj. Ocho cincuenta y cinco. Putamadre. Me la van a armar de emoción. No llego, me cae que no llego. Sí, cómo chingados no, responde mi lado positivo (ya tengo un lado positivo, no van ustedes a creerlo), hasta para pasar por cigarros nos va a dar tiempo. Cámara, tú sacas los polvos flu y yo me los echo y digo ¡Lerma 300-1! les respondo encabronada (Para los que no han visto ni leído Harry Potter, investiguen qué son los polvos flu ¿quieren?). Pues sin polvos, ni los de mi casa que se cae de puerca, ni los que usa Maradona para matar con la nariz un perico, pero tómala, que llego a la tienda a las nueve con siete minutos. Puf puf. Sí paso por mis Marlboro, primero fumare, después laborare. En suma: me vale madres.
Pienso en la música mientras camino los pasos que me separan de la puerta a mi escritorio. Pienso en cuántas ganas tengo del primer café del día mientras dan las doce y es el turno de tomar mi descanso y preparármelo, echarme un cigarrín y disfrutar lo que se tenga que disfrutar, que para qué hacerle al cuento, es todo lo que tengo. Pienso en Toño, mi amigo que ya no está desde hace casi dos años y en su voz que aún hace eco en estas paredes que lo cuidaron tanto durante más de veinte años. Pienso en una pecera que tiene que ser comprada antes del sábado para alguien que merece el mejor regalo del mundo. Pienso en quien será el dueño de la pecera. Pienso entonces en quien duerme conmigo y me llama cada día para decirme de la manera que se le ocurra que está, que asombrosamente, inexplicablemente, pero no inesperadamente, porque lo esperé durante años, y quizá durante muchas, muchas vidas, llegó para decirme que sí, que era él.
Es decir, pienso en Sergio (Cortázar dice mientras juega la Rayuela: Ándabamos sin buscarnos sabiendo que andábamos para encontrarnos)
Y lo invoco, porque entonces recibo un mensaje de él. Yo ando en chinga escribiendo correos y buscando un recibo de agua que me pidieron. Estoy bajo arraigo domiciliario esperando una notificación de una señora que tiene tres nombres. Chale. Harto trabajo, pero también me he impuesto el firme pero sustancioso propósito de escribir aunque no tenga nada que escribir, por aquello de que uno luego deja de hacerlo y ya cuando quiere no tiene ni idea de por dónde chingados comenzar. En realidad no he parado. Sí he seguido escribiendo, pero por razones que incluso para mí resultan desconocidas, empecé a hacerlo a mano, igual por nostalgia, por comodidad o porque francamente se me dio mi rechingada gana.
¿Que si los extrañé, oh adora-dos lectores? Pero porrrrrrsupollo que sí. Ánimas y aún sigan por aquí, que si ya se me fueron al blog de la Fernanda Tapia, sabrá Dios qué voy a hacer sin ustedes. Ustedes tranquilos, aquí no hay PANdemias, lo único porcino y aviar que puede haber, son unos huevos con jamón. Ya hablaremos de eso en próxima ocasión, denme chance que acabo de llegar y apenas me voy acomodando...
miércoles, 13 de mayo de 2009
Te escribo, Sergio
miércoles, 29 de abril de 2009
Sálvate, Benedetti!!!
Bertolt Brecht
domingo, 11 de enero de 2009
Para continuar y no claudicar
No importa... Sólo es bueno que de vez en cuando pases...
Las amorosas
Es poco recurrente que la soledad pueda abatirme. La he vivido (aunque parezca lo contrario) desde niña, y podría sonar contradictorio pero me parece que no es mala compañía. Ya me lo decía Alberto Cortés: "Cuando te falte un amigo o un perro con quien hablar, mira hacia adentro y contigo haz de poder conversar". Yo le creí desde el principio.
Entonces llegó un momento, hace no muchos días, en el que me temí vivir sola el resto de mi vida (tranquilos, mis dos queridos lectores, tampoco faltan tantos años como para que digan que es innecesario ese miedo): Sé que estoy en un estado contemplativo en el que don Jaime Sabines no ayuda mucho, ni las canciones de Aute, pero yo insisto y leo y escucho. Miro hacia un lado y hacia el otro. Tengo frío. Necesito un abrazo. No un apapacho filial y tampoco una caricia erótica. Sólo un abrazo. (Se instala Aute con su rola No sé qué coño me pasa hoy. 'Yo tampoco', respondo seriamente afectada por la ingratitud de su melancolía). Fumo y tomo Rivotril: Hoy cumplo cuatro días sin dormir y no festejé con pastel. No había motivo: he estado enferma, he tenido mucho trabajo y murió un tío muy, muy querido. Entre las ocupaciones y las preocupaciones ya el whisky no me hace ni cosquillas.
Cambio de medicamento. Subí de peso, luego bajé, luego subí.
Mi doctor no entendió las cuarenta mil veces que le supliqué esetratamientonoporquememadreatoda. Él insistió y dio como resultado que ahora me tengan que hacer nuevos estudios y se pregunten entre seis especialistas qué carajos me van a dar ahora.
De repente, me detengo. ¿Amorosa, Azul? Bueno, de alguna manera... Sola, a favor de los milagros y los sueños bien vividos. Entonces pienso que los muertos deben sentir frío, pero aún no estoy descansando en paz. Y no, sin embargo, tampoco me muevo. No por hoy. ¿Será la cuesta emocional de enero? ¿Será que ya la cama se me hace infernalmente enorme y no consigo llenarla con esperanza? ¿Será que me cansé de platicar y decidí estrellarme en la realidad de que sólo hay mesa para una?
El corazón no late tan fuerte ahora. Era más sencillo equivocarme con gente que engañaba aún cuando no consiguiera engañarme a mí, con gente que me llamaba sólo cuando recordaba que había alguien que nunca tenía un rotundo no como rotunda respuesta. Pero ahora no tengo ganas de algo sencillo. Últimamente he estado muy imprecisa pero con un vestigio determinante de que en verdad, quiero volver a tener un estado de gracia en el que, como hace algunos años, mi inocencia escondida me decía que ya estaba aquí. Que pude dormir acompañada sin que ningún ruido me asustara, convencida de que si el mundo se decidía por fin a terminarse, yo estaría en los brazos certeros de quien me cobijaba mucho más de lo que ahora intentan hacerlo tres cobertores y una sábana.
Disculparán lectores, pero hoy amanezco -porque son las tres con veinte- bastante azul pálida. Triste, pa' que me entiendan los que no saben de matices.
Las amorosas callamos del alma, que no de la palabra...
Uff! Por fin está haciendo sus estragos el Rivotril y parece que me obedecerá y podré encaminarme hacia la cama, la cama enorme, la que también está sola, sola, sola. ¿Quién dijo que no podría soñar sin dormir? Quiero decir, haré el esfuerzo y entonces cerraré los ojos para que la oscuridad me aclare el corazón.
miércoles, 7 de enero de 2009
El dueño de la herida...
martes, 6 de enero de 2009
Todos tenemos un karma
No sospechaba que un karma pudiera hacer tanto bien. Es decir, sé que a veces me incomoda y tiene ese don sospechoso y esquivo de llegar y atreverse a reir... Es ahí cuando las cosas se ponen solitas en su lugar y todo adquiere una lógica auténtica, certera, clara. Otras, cuando su depresión lo come y entonces él se vuelve de humo y güisqui -recién aprobado por la RAE-, pues tengo que hacer lo propio y disolverme poco a poco, con Marlboro y Johny Walker, no para que se sienta acompañado. Él no quiere estar acompañado. Ni siquiera para que sienta. Tal vez para que sepa que tiene la maldita facilidad de acondicionarme un trozo de su tristeza y hacerme pasar a ella hasta que me inunde y pueda explicarme desde su retorcida alma (que la tiene, lo crea o no) todo el universo y la constelación de esperanzas que me hacen seguir en pie, aunque, citando a Silvio, sin Rey Mago.
Mi karma es así: un extraño más y un desconocido menos. Un hombre sabor a almendra que nunca se fue y que siempre ha vuelto. Porque oh sí, los karmas tienen sabor. Además, pocas veces, pero son premios, sabe hacer una mueca que es muy parecida a una sonrisa. En realidad su sarcasmo es la única forma que tiene de hacerme saber de qué humor se encuentra. Porque cuando nos lleva la purititita chingada, se desdibuja y habla con propiedad. Un karma también sabe hablar con propiedad.
¿Y cómo le dices a un karma que lo quieres mucho, que no sabes ni quieres saber porque cuando sabes se pierde el efecto que ya se tiene casi acordado de no decirse nada bonito porque entonces ya deja de ser karma y se convierte en bendición? Ya me trabé. Todo es hablar de cosas buenas y uno se apendeja.
Tal vez convenga no decírselo. Uno nunca sabe cuándo los karmas están de ánimo para escuchar cosas buenas. Pero como sé que no me leerá, no de momento, puedo decir lo que yo quiera, además, muy mi blog y es el primer escrito de este año. Así que puedo ¿verdad?
Ay karma... Es como que te asentaste y entonces fue volver a respirar. Es decir, no porque cambiara algo, porque ha cambiado tanto que no vale la pena hacer recuentos vanos. Es sólo el hecho de hablar con alguien y saber que ahí está, entendiéndome, molestándome, retándome, acompañándome. Y eso, Rarito, es lo que no tiene punto de partida ni de llegada para retribuirse. Que tengas las bendiciones necesarias e innecesarias. Que todos los astros puedan alinearse y hacer de ti un... un karma feliz. Para que yo, desde mi melancohólica guarida azulesca, pueda asomar y de reojo saberme feliz también.
Sí, mucha querencia. De la buena, que no pide excusa ni pretexto.
¿Por qué hoy? Bueno, digamos que es parte de lo que los Reyes te dejaron por aquí. Y porque no sabía de qué forma poder estar ahí. Así que encontré esta.
¿Por qué a ti? Eso quisiera saber... Pero ¿quién dijo que los ángeles caídos no son una bendición?
P. D.- Yo creo, y si tú crees... Habrá que creer. ¿Qué cosa fuera la maza sin cantera?