
(Seguiré informando. Seguimos vivos. Hartas noticias. Próximamente. Me voy, pero volveré. Yo sí cumplo, no como Quetzalcóatl, E. T., Terminator o muchos otros que nomás no retornan. Besos a mis dos lectores amados.)
La antítesis del romanticismo, la cursilería vomitada en su máximo esplendor. A la zurda más que diestra. El manatí chelero que nadie esperaba y quizá por eso sea que llegó.