lunes, 3 de noviembre de 2008

Quiero escribir y no me sale ni madres...


"Pero no, no merece la pena
que me pierda la gloria...
Porque tú me condenas."
Rosana

Hace frío. Sólo me quedan cinco cigarros y no tengo crédito en el celular. (Puedo, llorar hasta caer el día. Puedo sembrar esta noche baldía de amor, sólo de melancolía). Hace frío. Escribo y trato de no pensar en el hecho de que todo mundo ha aplaudido la decisión tomada... pero aún no dicha (Pero no, que la vida es muy corta y mañana se olvida, lo que ahora te importa). Tanto silencio y pensar que no resulta del todo incómodo. ¿Será que ya me acostumbré a correr, que tengo flojera de quedarme y pelear si el contrincante no ha mostrado el menor interés? (No te voy a esperar si me dejas, no te voy a buscar si te alejas. Hoy no voy a morirme de pena por ti). Ay, dos lectores sololoyescos, ojalá pudiera apartarme un poco de mi propio reflejo para mirar todo el paisaje y darme cuenta que, después de todo y antes que nada, existe todavía la espera-esperanza que me crucifica noche a noche... (Para morir de amor siempre queda mañana, hay que dar tiempo al tiempo; que las penas se pasan). ¿Cuántos nombres pueden caber en una sola historia donde yo no soy partícipe de nada, ni siquiera espectadora porque me he marchado emocionalmente de la función? (Para morir de amor siempre queda mañana, y hoy te quiero por todo y mañana por nada).

Entonces seguimos escuchando a Rosana. Vámonos tapando que el frío se está colando ya en los recovecos existenciales y he dicho que no. Vamos a tapiar la entrada para que no se marche el calor que he podido conservar (Puedo sentir que se me va la vida, puedo esperar en la puerta de tu corazón hasta que caiga rendida. Pero no, no merece la pena que me pierda la gloria porque tú me condenas. No te voy a rogar que te quedes, no te vas a enterar cuánto dueles. Hoy no voy a pasar al infierno por ti).

Mejor vayamos a dormir. Que mañana será mucho mejor que hoy.

Llanto esparcido por el sillón. Suspiros y susurros que no llegar caray, no llegan. ¿Buenas intenciones? Digamos que no me quedan más puntos suspensivos. Hoy no.

6 comentarios:

Rita dijo...

Señorita... ¿no se ha dado cuenta usted que está escribiendo más de lo que muchos se deciden a escribir en toda su vida?... Cuando usted escribe, regala su palabra, sus pensamientos y algo de su corazón y en "Sopa de lunetras" (su programa de radio) hace ud. todas esas cosas, con temas más variados que un menu de restaurante. Talvez hoy no leí su palabra,con lo que a ud.le hubiera gustado teclear en su computadora, pero hace dos días la escuché...y sí... Azulalbanta sigue escribiendo encabronadamente bien.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola. Un abrazo enorme. Aquí me trajo tu mensaje de hace meses sobre el día del orgullo boylove (pederastas), pero me entretuve leyendote y te felicito, es muy lindo y acogedor tu sitio, me sacó de las horas y horas de lucha en contra de los flagelos abominables que amenazan y dañan a los niños, especialmente ese movimiento pro-pederastas (que no pedófilos y que conociendolos, para mi significan lo mismo o peor por solapados y rastreros).
Felicitaciones nuevamente, y acaso ya has agregado a tu blog el cartelito de la campaña N-20? Se que te interesará.
Gracias por el mensaje que pussite y ese si es vomitivo, lo tuyo es una linda evolución del ser.
Un abrazo. Joshua. Antipedofilia.org
http://joshua-hunter-boylover.blogspot.com/
* Por ahí anda mi mail si acaso.

Marenfilo dijo...

Mi niña .... mi azula.....
un mordisco por mejilla.... que la vida nos alcanza, nos acuña, nos hace....

Anónimo dijo...

deberian de hacer de tu vida una novela

XD

AzulAlbanta dijo...

Rita, mil gracias por tus palabras, siempre me hacen muchísimo bien... Joshua, caray, pues ya te expresé todo por correo, Marfilirijilla, un beso desde la tierra hasta el mar, y anónimo... ¿no se te ha ocurrido ponerte un nombre y ser un poco más original?

MIZPAH dijo...

A veces queriendo escribir parece que la mente no tiene la fuerza suficiente para afrontar lo que puede salir de nosotr@s y... por el contrario, cuando sientes que ya no tienes nada que perder, cuando no te apetece ni siquiera vivir, es como si las palabras necesitaran de nosotr@s para continuar con vida en el mundo.
Te entiendo ¡te entiendo tanto! (ya lo sabes).
Ojalá pudiera escucharte algún día (no sabía lo del programa de radio).
No dejes que nadie te arrevate la gloria (hay tiempo para todo...).
Un abrazo.