sábado, 10 de febrero de 2007

De chiles rellenos y tortas ahogadas


Entre una cosa y otra he llegado a la conclusión de que las letras con sangre entran. Así que ya llegué para instalar la estufa y comenzar a cocinar lo que esta Albanta tiene que decirse a partir de hoy, en que el día fue gris, la lluvia arreció y todo me pareció más vivo incluso de lo que yo estoy. Vamos a ver qué pasa.

Me despierto temprano. Corrijo: no he dormido. La hipomanía es lo de hoy. Y pienso en él. ¿Cómo no hacerlo, si es lo único que me ha mantenido con los ojos abiertos para que mi insomnio emocional aleje toda pesadilla a su paso? Sin alimento: he pasado a formar parte de las filas del ayuno desde que mis pantalones me apretaron producto del error de diciembre (los romeritos, el bacalao, pavo, vino, en fin). Así que un café y el primer banquete del día: un cigarro.

Y su recuerdo reaparece y me hace sonreir...

Un momento. Me hizo sonreir!!! Ya me preocupé.

Y ayer por la noche escuché hablar al viento. No gran cosa, simplemente confirmamos estar en el camino correcto: él y yo.

A lo lejos Edgar Oceransky empieza a joder con su rola

"Ella no estaba lista para el amor,
'Hay cosas mucho más urgentes' pensó
justo estaba por cambiar de dirección
cuando a lo lejos escuchaba su voz

Y así se decidió
buscarlo y por instinto lo encontró,
cuando lo vio
bajó la guardia y se debilitó..."

Ash. La anticursi mordiéndose la lengua. Escuchemos a Sabina. Mejor aún, apaguemos esta madre y esperemos a ver qué sucede. Total, que pase lo que tenga que pasar, que no?

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