miércoles, 29 de agosto de 2007

Ash! (¿Quién dejó escapar la pimienta?)


Ash es un sonido de hastío. Ash es un zumbido de alma chocarrera que presiente el precipicio emocional antes de decidir caer en él por lúdico instinto de supervivencia. Para escribir Ash es preciso hacerlo con la nariz arrugada y poniendo los ojos chiquitos. Como a punto de estornudar.


Si se dice Ash cuatro veces consecutivas, con el corazón alto y la voz baja, la persona que se quiere pensará en nosotros de pronto y sin previo aviso. En las noches de tormenta, es conveniente pararse frente a la ventana e invocar Ash una sola vez y deprisa. De esta manera, la lluvia no dañará los huecos del alma ni provocará goteras emocionales.

Ash previene de despidos injustificados del placer, jamás autorizará aumentos en los precios de la canasta básica (Sueño. Agua. Cigarros. Estrellas. Magia), y siempre intentará absolver cualquier miedo impuesto por traumas existenciales y recuerdos ingratos de perros en la colonia Roma. Habría que reconsiderar la manera de ashmanecer y ashnochecer más vivos de lo que siempre hemos estado. Cambiar las áshbanas de nuestra cama y rehabilitar la sensación de ashperanza que tanto necesitamos para ashbitar este lugar.


(N. de A.)
Buscando y buscando imágenes, llegué a la conclusión que, o me tomaba yo una foto diciendo Ash!!! o bien ponía esta del bebé que parece bostezo, pero en realidad es el resultado de evocar mi teoría. Me decidí por la última opción y la subí a este blog. Nada de pensar que ando tierna. Gracias.

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