miércoles, 29 de agosto de 2007

Luz Marina (De hadas, suspiros y algodones azucarados)


Quien no puede ver las hadas enmedio de la oscuridad, es quizá porque está negado para mirarlas a cualquier hora del día: durante la hora de la felicidad, de la tranquilidad, del sueño o de la sonrisa. Con sorpresa descubro que cada uno tiene hadas guardianas (así, como los ángeles) y que incluso, esconden un nombre que se niegan a mostrar hasta que hemos encontrado el arcoiris de nuestra existencia.


Luz Marina nació entre suspiros de esperanza y sollozos de despedida. Su color es de un azul indefinido que sorprende porque no, no es de este mundo (claro ¿qué hada en realidad es de este mundo? ). Me acompaña enamorada de la luz que emana la música de Alejandro Santiago, las frases del Sabina, la alegría de Vivaldi, los abrazos de Selene, los besos prometidos y certeros, las palabras de cada uno de mis amigos y en general, cada cosa que me inyecta un motivo más para despertar todos los días y prometerme tener un motivo para soñar todas las noches.


Sí, Luz Marina es hada bondadosa, hetérea y dulce como agua virgen. No provoca tempestades sino cosecha girasoles, amanece en mariposa y anochece luciérnaga. ¿Cuál es el nombre de tu hada guardiana? Quizá convendría saberlo, quizá no. Pero cree en ellas, vale la pena. Te lo dice alguien que ya conoce a las lágrimas por desamor y por felicidad.

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